A)  INTRODUCCIÓN

-       En este primer encuentro con los padres, después de una cordial acogida de los presentes y de ofrecer una breve presentación de lo que se realizó el curso anterior y de lo que se pretende realizar durante el presente curso, se trata de afrontar el núcleo catequético VI (“El Espíritu Santo y la Iglesia”) del Catecismo Jesús es el Señor. Se corresponde con los temas 24, 25 y 27 de Con Jesús y con su Iglesia de la editorial San Pablo (pág. 6-13 y 18-22), Creo en Jesús 2 de la editorial PPC (pág. 5-16 y 23-28) y Venid y veréis de la editorial PPC (pág.15-32 y 39-46).

 

-       Para que la Celebración sea más significativa conviene que los niños hayan visto ya en catequesis los temas 24 y 25.

 

 

 

B)OBJETIVOS

 

 

 

 

C) DESARROLLO DEL ENCUENTRO

 

1.- ACOGIDA DE LOS PADRES

 

- Como estamos al inicio de un nuevo curso, el primer momento de este encuentro debe ser lo más acogedor posible, interesándose el guía en particular por cada uno y preparando la sala con algún detalle que invite a sentirse bien recibido.

 

- Si se ve conveniente, cada uno de los presentes puede decir su nombre, una cualidad propia y otra de su hijo (que se prepara para recibir la Primera Comunión).

 

2.- INTRODUCCIÓN

 

- Aquí se hará un breve recordatorio de lo realizado el curso pasado y de lo que se pretende llevar a cabo en el nuevo curso con estas o similares palabras:

 

“El curso pasado vimos cómo creer en Dios tiene sus implicaciones. También que nuestro Dios se ha acercado tanto a nosotros que se ha hecho uno como nosotros en Jesús. Recordad que hicimos una celebración para hacerle sitio en nuestro hogar y otra para acoger su palabra. Hablamos de su entrega por amor a nosotros y celebramos gozosamente también su resurrección. Terminamos con la confianza de saber que Jesús vive y nos acompaña en nuestro caminar.

 

Durante este curso vamos a tratar de conocer un poco más a la Iglesia, que es la obra de Jesús y de su Espíritu, y los sacramentos, a través de los cuáles sigue haciéndose presente Jesús en su Iglesia. Particularmente nos centraremos en los dos sacramentos que nuestros hijos van a celebrar por primera vez: el del Perdón y el de la Eucaristía”.

 

3.- EXPOSICIÓN TESTIMONIAL Y DIÁLOGO

 

A tener en cuenta por el guía a la hora de afrontar este apartado:

 

o    Es el momento de dirigirnos a los padres no como medio para llegar a los hijos sino para motivarles a ellos, para ayudarles a hacerse preguntas y ofrecerles pistas de reflexión sobre su vida y su fe de manera sencilla e interpeladora favoreciendo que despierte si está dormida, que se reactive si está apagada, que se actualice si está anticuada y que se convierta en estímulo para vivir el día a día.

 

 

 

- ¿Qué te evoca la palabra Iglesia? ¿A qué la asocias? ¿Tal vez el templo, algo de curas y monjas, un lugar donde ir a celebrar ciertos acontecimientos, o a una serie de servicios como Caritas, ayuda a los inmigrantes…? ¿Tienes alguna experiencia, ya sea positiva o negativa, de la Iglesia como institución, o en relación con alguno de sus representantes? ¿Sientes que perteneces a la Iglesia? ¿A los que vienen a la Iglesia les ves como amigos de Jesús y por lo mismo algo también tuyo? En la Iglesia están todas estas realidades pero es mucho más que todo eso.

 

a. Nos gusta y ayuda vivir en grupo

 

- Todos vivimos en grupos. Para ver un partido de fútbol la gente suele juntarse: en el bar, en la peña, donde sea... Se disfruta más acompañado que estando uno solo. Por otra parte, vemos que los que tienen determinada enfermedad se asocian para ayudarse, conseguir subvenciones, etc.,

 

Toma conciencia de los grupos a los que tú perteneces. Posiblemente a una familia, a un determinado colegio, a un club de deporte o gimnasio, a un grupo de amigos… 

 

(Se puede dialogar sobre qué grupo le hace a cada uno sentirse más a gusto, qué hace en esos grupos, en qué le ayuda formar parte de ese grupo).

 

b. La Iglesia: el grupo de los amigos de Jesús

 

-  Algo así es la Iglesia: el pueblo, la comunidad, la familia de los que han escuchado la llamada de Jesús y quieren seguirle y ser amigos suyos. Por tanto, ser Iglesia significa ser del grupo de los amigos de Jesús. En consecuencia, la Iglesia no son solo los curas y las monjas, sino el grupo de amigos y seguidores de Jesús, es decir, tú y yo. Nosotros somos hoy la Iglesia de Jesús. Nosotros, con nuestras grandezas y debilidades, virtudes y defectos. Por eso, en ella podemos encontrar grandes santos y grandes pecadores.

 

-  Es el grupo de los amigos de Jesús que viven también de alguna manera como una familia. Y no faltan quienes han comparado la Iglesia con un colegio, con un hospital o con un equipo de fútbol. ¿Te parece adecuado? ¿Qué semejanzas podemos encontrar entre la Iglesia y estas realidades grupales?

 

(Se anima a los padres a que puedan comentar las semejanzas que ellos encuentran).

 

Algunas pistas para este diálogo:

 

oLa familia está formada por diversos miembros que se quieren, se ayudan y comparten las cosas y los acontecimientos; unos tienen una responsabilidad y otros otra distinta pero todas para bien de la familia; se muestra un especial cariño y preocupación por los más necesitados; se reúnen en su casa…

 

oEl colegio lo componen personas que desean crecer y madurar; unas enseñan a otras; hay alumnos para todos los gustos…

 

oEl hospital dispone de personas que curan (médicos, enfermeras…) y personas a las que se quiere sanar (enfermos)…

 

o     En un equipo de fútbol hay diversos jugadores cada uno con una función particular; lo que uno hace repercute en el equipo (meter o encajar un gol, cuando uno flojea los otros intentan suplirle…).

 

- La puerta por la que se entra a formar parte de esta gran familia es el bautismo.

 

c. La Iglesia como cuerpo de Cristo

 

- La Iglesia de Jesús no es solo esta realidad humana, es una realidad más grande que nosotros. San Pablo nos dice que es como un cuerpo en el que la cabeza es Cristo, y nosotros los miembros y que quien la guía y sostiene es el Espíritu Santo.

 

Texto bíblico: 1 Corintios 12,12-30

 

"Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo. Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres.

 

Así también el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si dijera el pie: ‘Puesto que no soy mano, ya no soy del cuerpo’ ¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso? Y si el oído dijera: ‘Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo’ ¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde quedaría el oído? Y si fuera todo oído, ¿dónde el olfato?

 

Ahora bien, Dios puso cada uno de los miembros en el cuerpo según su voluntad. Si todo fuera un solo miembro ¿dónde quedaría el cuerpo? Por tanto, muchos son los miembros, más uno el cuerpo. Y no puede el ojo decir a la mano: ‘¡No te necesito!’ Ni la cabeza a los pies: ‘¡No os necesito!’

 

Más bien los miembros del cuerpo que tenemos por más débiles, son indispensables [...] Dios ha formado el cuerpo dando más honor a los miembros que carecían de él para que no hubiera división alguna en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocuparan lo mismo los unos de los otros. Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo.

 

Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros, cada uno a su modo”.

 

Pistas para comentar el texto bíblico

o  Un cuerpo viviente crece y está activo. El cuerpo humano está formado por diversos miembros. Todos son importantes y con funciones complementarias. Todos se necesitan mutuamente y todos se enriquecen recíprocamente.

Sin tomar en cuenta su raza, sexo, nacionalidad o posición social, todos los creyentes están unidos en una Iglesia, teniendo “un solo cuerpo y un solo espíritu” (Efesios 4,4). Esta unidad no significa que todos los cristianos han de ser exactamente iguales y realizar lo mismo. Cada uno es diferente como diferentes son los distintos miembros de un cuerpo. La variedad ofrece fortaleza y equilibrio. Más bien la unidad hay que encontrarla en que los diversos miembros actúan armónicamente para el bien de todo el cuerpo (la Iglesia).

o   Al servicio de la preocupación de los unos por los otros están todos los trabajos que se realizan en la Iglesia: el anuncio y formación en la fe, la ayuda a los necesitados, el acompañamiento de las personas en todos los momentos y circunstancias de la vida, su presencia en las realidades de este mundo: trabajo, familia, ocio, alegrías, enfermedad, cultura y, por supuesto, evangelización ¿Conoces alguna de las obras que hace la Iglesia a través de sus miembros?

Cada cuerpo tiene una cabeza. La relación entre la cabeza y el cuerpo es muy importante. San Pablo dice que Cristo es la cabeza de su cuerpo que es la Iglesia. La Iglesia recibe su vida de Cristo y de su Espíritu. En la Iglesia entramos en contacto con Jesús y con otros creyentes. Los edificios, la organización y las reuniones no le dan vida. Sólo Jesucristo y su Espíritu pueden hacerlo.

 

De manera análoga a la sangre que cumple una labor fundamental en el cuerpo dando vida a todos sus miembros, en la Iglesia es el Espíritu Santo el que da la misma vida a cada uno de sus miembros para que realicen su tarea peculiar para bien y edificación de la Iglesia y del mundo.

 

oLa parroquia es el lugar donde puedes vivir tu fe y compartirla con otros. Ella te ofrece a Jesús, te ofrece los sacramentos, el servicio de sus sacerdotes, la posibilidad de compartir la fe con otros cristianos.

 

Es también un ámbito adecuado para que tú despliegues tu potencialidad como miembro vivo de la Iglesia de Jesús dando lo mejor de ti mismo para enriquecer la Iglesia y para hacer posible el reino de verdad, justicia, amor y paz que Dios quiere ofrecer a todos los hombres.

 

¿Qué conoces de tu parroquia? ¿Sabes quién es el párroco? ¿Conoces el nombre de alguno de los cristianos que comparten la fe en ella? ¿Tienes claro qué tareas realiza tu parroquia y de qué está necesitada? ¿Cómo te gustaría que fuese tu parroquia? ¿Te sientes miembro vivo de la parroquia? ¿Tienes claro cuál es tu lugar en ella?

 

oNuestra vivencia de la Iglesia no se agota en la comunidad inmediata, la parroquia. Junto con otras parroquias forma la diócesis, presidida por el Obispo, y todas las diócesis del mundo forman la Iglesia de Jesús extendida por el mundo entero y presidida por el obispo de Roma.

 

4. Momento para la reflexión personal

 

Después de escuchar la exposición testimonial, se entrega a los padres una hoja con lo fundamental de la exposición y otro material complementario que puedan utilizar después en casa. A continuación se dejan unos momentos de silencio (pueden ser unos 5 minutos) para reflexionar personalmente sobre lo que ha dicho. Puede ayudar escuchar de fondo una música suave que favorezca la interiorización.

5. PARA PREPARAR LA BREVE CELEBRACIÓN

-Escribir en unos pequeños ladrillos de papel: “Jesús me necesita en su Iglesia (en la Parroquia) para….”. Se trata de poner cómo podemos cada uno de nosotros colaborar para que la Parroquia sea lo que Jesús quiere que sea.

 

6. ORACIÓN

 

- Todos los padres y el guía pueden hacer juntos una de las siguientes oraciones:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A)    INTRODUCCIÓN

 

-       Esta celebración es conjunta para padres y sus hijos, junto con los catequistas, el guía de padres y a ser posible, el sacerdote. Si no la puede presidir el sacerdote, lo hará el guía o uno de los catequistas.

 

-       Está pensada para que dure como máximo 15 minutos. Se realizará al finalizar el primer encuentro de padres. Los padres habrán tenido su reunión en una sala y los niños en otra. Para la celebración se juntarán en una de las dos salas o en otro lugar apropiado. No es necesario que sea la capilla.

 

-       Es importante que presida la sala un rostro o una imagen de Jesús, o un mural/poster que exprese la Iglesia.

 

Material necesario

 

-       Guión para la celebración La alegría de formar parte de la Iglesia de Jesús.

 

-       Un corazón grande (puede ser de cartón o de corcho).

 

-       El leccionario o una Biblia con el pasaje 1 Pe 2,4-5.

 

-       Unos ladrillos de papel (se pueden hacer fotocopiando -después de ampliarla- la imagen que está a la derecha y recortando cada ladrillo).

 

-       Bolígrafos.

 

-       El texto de las canciones que se canten.

 

B)OBJETIVOS

 

oQue todos los que participan en la catequesis parroquial tengan una breve celebración sobre el núcleo VI del Catecismo Jesús es el Señor y sientan la alegría de formar parte de la Iglesia de Jesús.

 

oQue todos (padres y niños) quieran ser miembros vivos de la Iglesia (en la Parroquia) y se comprometan de forma sencilla pero sincera.

 

C)    DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN:

 

Preparación por parte de losNIÑOS (mientras los padres tienen su encuentro)

 

-       Repasar el tema 25 y -si se ha trabajado ya en catequesis- el 27. Si todavía no se ha visto, verlo el próximo día.

 

-       Preguntarles a los niños: ¿En qué se parece la Iglesia de Jesús a una familia, a un colegio, a un hospital, a un equipo de fútbol, al cuerpo humano?

 

Algunas pistas para el posible diálogo:

 

o  La familia está formada por diversos miembros que se quieren, se ayudan y comparten las cosas y los acontecimientos; unos tienen una responsabilidad y otros otra distinta pero todas para bien de la familia; se muestra un especial cariño y preocupación por los más necesitados; se reúnen en su casa…

 

o  El colegio lo componen personas que desean crecer y madurar; unas enseñan a otras; hay alumnos para todos los gustos…

 

o  El hospital dispone de personas que curan (médicos, enfermeras…) y personas a las que se quiere sanar (enfermos)…

 

o  En un equipo de fútbol hay diversos jugadores cada uno con una función particular; lo que uno hace repercute en el equipo (meter o encajar un gol, cuando uno flojea los otros intentan suplirle…).

 

o  Cuerpo humano: está formado por diversos miembros pero todos importantes y con funciones complementarias; la sangre circula y da vida a todos los miembros del cuerpo…

 

-       Ayudarles a los niños para que escriban en unos pequeños ladrillos de papel: “Jesús me necesita en su Iglesia (en la Parroquia) para….” Se trata de materializar de manera sencilla cómo podemos cada uno de nosotros colaborar para que la Parroquia sea lo que Jesús quiere que sea.

 

-       Ensayar la canción “Somos la Iglesia del Señor” o “Juntos cantando la alegría”.

 

 

Celebración

 

1.Monición de entrada: (Puede leerla una catequista).Comenzamos hoy los encuentros y celebraciones de los padres, niños y catequistas. Y lo hacemos celebrando que Jesús cuente con nosotros sus amigos, los que creemos y confiamos en Él, para formar parte de su Iglesia. Intentemos participar con alegría.

 

2.   Dialogar con los niños sobre las semejanzas entre la Iglesia y una familia, un colegio, un hospital, un equipo de fútbol y el cuerpo humano.

 

 

3.   Leer el texto bíblico: “Acercándonos a Él, piedra rechazada por los hombres pero elegida y preciosa para Dios, también vosotros como piedras vivas, entráis en la construcción de una casa espiritual… a fin de ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios” (1 Pe 2,4-5).

 

 

 

 

4.   Cada niño va donde están sus padres (y si faltan dónde se encuentra la catequista) y escriben en su pequeño ladrillo cómo pueden colaborar con la Parroquia “como familia”. Para ello comentan entre ellos lo que han puesto en su ladrillo: primero el niño y después los padres. Luego deciden juntos un sencillo compromiso familiar en relación a la parroquia.

 

 

5.   Primero los niños y después los padres se acercan al gran corazón (con una foto de Jesús en la parte inferior y una foto de la Parroquia en el centro) y van colocando en él los pequeños ladrillos con los pequeños compromisos para colaborar con la parroquia.

 

Mientras tanto se canta “Somos la Iglesia del Señor”.

 

 

6.   Se hace un círculo grande con todos los participantes y se reza el Padrenuestro (la oración de la familia cristiana). Puede acabarse con una ola.